Apadrina A Una Reportera Da TVG

Atrás quedaron los días en que usted se rebozaba como una croqueta en la playa o marchaba a Canarias con su suegra o su secretaria en busca del sol. Ahora llegan las jornadas duras, frías, días crudos como churrascos del Franco y nuestros lectores, que tienen un corazón que no les cabe en el pecho, han puesto el grito en el cielo ante la calamidad que sufren cada día las reporteras de la TVG en sus absurdas conexiones en directo: “¿está fría la nieve?” “¿te mojas mucho bajo ese diluvio?” “habla más alto que no se te escucha en medio de ese huracán” y cosas así.
¿No se le vuelven a usted los intestinos del revés al verlas con carámbanos en las pestañas, abrigadas como para un combate de sumo o volando en paraguas en pleno vendaval como unas Mary Poppins? ¿No contempla esos momentos con ojos gelatinosos, sufriendo en silencio? ¿No le supura el hígado ante esas imágenes de desvalimiento, ante una Natalia Penas y sus ojos como canteras de topacio y azabache, la trigonometría isostélica de Laura López, la sonrisa renacentista de Laura Peña, el perfil panhelénico de Belén Martínez o la melena negra como los sueños de Ánxela Loira entre tantas otras sinplatós. Pues no se lamente, sea bueno y

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Pinganillos Solidarios (c)

 en cualquiera de los establecimientos asociados a esta campaña y por solo unos céntimos conseguirá que estas criaturas puedan tener un termo con chocolate caliente, un bocadillo de calamares calentito o unas medias de crochet elaboradas por las Ancianitas del Hogar del Jubilado.

Y si su bondad no conoce límites Apadrine a una reportera y recibirá, dedicada de su puño y letra, la radiografía de una pulmonía.

Pinganillos Solidarios, siempre con las buenas causas, buenas de verdad.

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